Guion: Takashi Nagasaki.
Dibujo: Junji Ito.
Historia original: Masaru Satô.
Editorial: ECC ediciones.
Fecha edición española: diciembre 2019 (Japón 2010).
Formato: Tomo B6 (128×180) rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Colección: 6 tomos
Precio: 9,95 €
Yuki, un diplomático del ministerio de asuntos exteriores de Japón que tenía importantes contactos con dirigentes rusos es detenido por abuso de confianza.
Con este sexto tomo ponemos fin a la serie que más se aleja del registro de Junji Ito. Rasputín, el patriota es un thriller político biográfico donde nos cuenta la detención, interrogatorios y juicio a Masaru Satô, un diplomático del ministerio de asuntos exteriores japonés destinado en Rusia. La trama se inicia con la detención de Mamoru Yûki, el personaje que sería Masaru Satô.
Al cargo del guión se encuentra Takashi Nagasaki. Hace un buen trabajo dándole ritmo y creando un interés en el lector en un tema que, en principio, puede ser algo duro y denso si no estás muy interesado en el tema político.
Aunque la trama es continua, cada capítulo habla de un punto concreto del caso o de cómo funciona la fiscalía. Por lo que tenemos capítulos muy interesantes en el que nos habla de cómo la fiscalía manipula los medios de comunicación para llevar a la opinión pública hacia un punto concreto o el comité del rublo en el que nos cuenta la corrupción del ministerio de asuntos exteriores en cuanto al cambio de divisas y la venta de coches de segunda mano. Estos son un par de ejemplos que, contado así, no parecen muy interesantes, pero cuando lo lees te mantiene atento completamente.
El personaje principal es Yûki y como antagonista tendríamos al fiscal Takamura. Entre ellos surge una relación muy interesante y que evoluciona de una manera muy fluida y natural. Creo que es una relación que está muy bien desarrollada durante todo el manga, sobre todo porque sus interacciones suelen ser siempre sentados uno frente a otro en los interrogatorios, pero Nagasaki consigue crear un vínculo entre ellos muy creíble.
Uno de los hándicap que le veo a esta serie es que Japón es un país que está muy retirado y tenemos muy poca información sobre su política nacional o internacional, y desconocemos (al menos yo) este caso que nos explica y que seguramente en Japón fue bastante famoso. Aunque también hay mucho de lo que cuenta que nos puede sonar, habla sobre Rusia y de las luchas de poder que había con Gorvachov, Yeltsin o incluso Puntin, personajes que aparecen de manera recurrente y que sus políticas sí que son más conocidas por España.
Rasputín, el patriota es una crítica bastante fuerte al ministerio de asuntos exteriores japonés, a la fiscalía y al sistema judicial en general, pero contado de una manera bastante amena pese a que en ciertos momentos los términos y el lenguaje puede ser algo denso. Al final de la lectura puedes ver que todos los gobiernos cojean del mismo pie, vemos luchas por el poder, envidias, movimientos muy egocéntricos y que, en muchas ocasiones, el interés por el bien del país se queda en un segundo plano a favor del bien personal.
Del dibujo se encarga Junji Ito, aquí está bastante más comedido aunque sí es verdad que en alguna ocasión echa mano del manga del terror, aunque no es algo significativo. Su dibujo es bastante claro, con una línea muy definida, dibujos detallados y figuras en general más redondeadas que en otras obras suyas. El dibujo tiende al realismo, esto se nota sobre todo en las viñetas de situación con edificios famosos y en los retratos de las diferentes personalidades tanto japonesas como rusas que aparecen. Sí es verdad que la gran mayoría de personajes no los conozco, pero cuando aparece alguno que sí es conocido el parecido es bastante grande. Junji Ito también aprovecha su experiencia en el campo del terror para crear de una manera bastante sutil atmósferas en los interrogatorios o intensificar los rasgos o miradas de personajes que son amenazantes para el protagonista.
ECC edita los 6 tomos de los que consta la obra en sentido de lectura oriental, con sobrecubiertas, onomatopeyas en japonés. El papel y la impresión está bien, no tenemos el moaré que aparece en alguno de sus títulos. Quizás hubiera estado bien algún texto explicativo de la novela en la que se basa y el caso real, aunque el cómic trate de eso y te enteres bastante bien de todo el problema y el proceso, pero por ubicar un poco todo con un contexto más real.
Después de leer los 6 tomos mi opinión del manga ha cambiado. Cuando leí el primero no sabía que esta obra de Junji Ito estaba tan alejada de lo que hace normalmente y al ser una trama política me desanimó bastante, de hecho, aunque seguí comprando todos los tomos, dejé de leerlos en el 2. Cuando empecé la lectura de toda la serie mi pensamiento era que la trama estaba bien contada pero que no era para mí, que no acababa de entrar y me resultaba pesada, incluso estaba pensando en revenderla al acabar, pero a partir del tomo 3 la historia me empezó a interesar realmente y disfrutaba con lo que contaban: los distintos secretos, maneras de actuar y todos los tejemanejes políticos que se traían entre manos. Quizá los tomos 3 al 5 son los mejores de la serie, al menos fue con los que yo más disfruté. Una vez terminada la serie puedo decir que me ha gustado, no es una temática que me apasione, pero está contado muy bien y me ha resultado bastante interesante.
El mayor problema que le veo a la serie es que el tema que cuenta nos queda demasiado lejos, no hemos escuchado hablar de él. Si la serie tratara de los papeles de Bárcenas, los EREs de Andalucía o la economía del rey emérito la serie sería mucho más interesante, que supongo que es lo que han sentido los lectores japoneses.
Si te acercas a Rasputín, el patriota por ser de Junji Ito te va a decepcionar, es algo totalmente distinto. Si te interesan los casos de corrupción y política esta serie te puede resultar muy interesante, aunque el caso no lo hayamos conocido de primera mano.
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Lo mejor
– Está muy bien contado y genera interés aunque no te guste el tema político.
Lo peor
– Si te acercas por Junji Ito te encuentras algo totalmente fuera de su registro.
– Es un caso que no conocemos.
Valoración de CC.
– Bueno