Autor: Kaiji Kawaguchi
Editorial: EDT
Fecha edición: octubre 2008 (Japón: 1997)
Formato: Tomo A5 (150×210) rústica (tapa blanda).
Colección: 5 tomos.
Precio: 4.95 € y 7.95 €
Hacía tiempo que tenía esta reseña escrita y no encontraba el hueco de publicarla, y qué mejor momento que aprovechar la cumbre de la OTAN para hablar de un manga político.
Takashi Jo es un joven periodista al que le encargan hacer un reportaje sobre Yamaoka, el candidato americano-japonés a la presidencia de Estados Unidos.
Eagle es un seinen político que se centra en Estados Unidos y nos cuenta el ascenso al poder del candidato demócrata Yamaoka. Aderezado con una historia personal y algo de amor. La historia se sitúa en las elecciones del año 2.000, el cambio de siglo, Bill Clinton está en la Casa Blanca y varios candidatos luchan por el asiento.
El punto que mueve todo es el joven periodista Takashi Jo, un japonés cuya madre acaba de morir y desconoce quién es su padre. Al recibir la invitación del candidato Yamaoka para cubrir su campaña se descubre que Yamaoka es el padre de Takashi, esto no es un spoiler porque se descubre en las primeras páginas y básicamente desde el primer capítulo se intuye esta relación. Esta parte es la más folletinesca, pero también es la que le da fluidez a la trama y crea bastantes puntos de interés.
Por otro lado tenemos la parte política, está dividida en distintos arcos en los que vemos a Yamaoka ir escalando en su ascenso a la presidencia. Esta parte también es interesante, porque va tratando los distintos problemas de la sociedad estadounidense y cómo Yamaoka los va resolviendo y ganando votantes. A priori suena algo aburrido, pero en la práctica el autor consigue mantener un buen ritmo e interés en el lector. Creando cliffhangers que te instan a seguir la lectura.
En este viaje que hacen los protagonistas por Estados Unidos vemos problemas como el racismo, las armas, la inmigración, la guerra, los escándalos sexuales… Kawaguchi va exponiendo su punto de vista y exponiendo sus soluciones a estos problemas. En algunas ocasiones lo hace con discursos y otras veces utiliza alguna que otra estratagema. Básicamente todos estos arcos están entretenidos, también porque se entremezclan con la relación de Yamaoka con Takashi y avanzan las dos tramas de manera simultánea. En la parte final, hay una historia que se me ha hecho algo pesada (cuando tratan con los sindicatos) y en parte ha sido porque Takashi se ha mantenido al margen.
En cuanto a los personajes tenemos dos principales, Yamaoka y Takashi. Yamaoka es un personaje complejo, en más de una ocasión dudas de si es buena persona o no, si juega limpio o sucio. Esa dualidad la mantiene durante toda la obra, y quizá el punto negativo, o podríamos decir menos realista, es que Yamaoka muchas veces actúa de una manera personal, sin atenerse a lo que su equipo de comunicación tiene pensado, que no sé si en la realidad tienen tanta libertad. Al final es un recurso para darle tensión a la obra por lo que podemos pasarlo por alto. Takashi es un joven periodista, que se ve envuelto en un extraño drama familiar que intenta resolver y colocar todas las piezas del puzle. Funciona bastante bien y se empatiza con él. Su trama es bastante interesante. Luego tenemos varios personajes secundarios, como la familia de Yamaoka o los miembros de su equipo, con pasados interesantes. En general es un buen elenco de personajes que funciona muy bien en el global de la obra.
Leído Eagle 20 años después de su publicación original podemos ver varias similitudes con el ascenso de Obama al poder. Y quizá ahora no nos parece tan extraño, puesto que varias veces en el manga se hace alusión a que en la presidencia de la Casa Blanca tiene que haber un presidente blanco. Ahora, viendo que una persona negra ya ha presidido Estados Unidos no se nos hace tan raro. Eagle también está muy bien para entender el sistema de las elecciones americanas, que yo desconocía o, más bien, no entendía muy bien. Con la lectura del cómic he entendido cómo funcionan las primarias, y los distintos pasos que siguen hasta llegar a la elección final.



El dibujo tiende al realismo, aunque sin apartarse de la estética manga. Es un dibujo detallado, con un buen trabajo en las fisionomías de los personajes, todos bastante bien diferenciados. Quizá los primeros contendientes, Yamaoka y Al, tienen unas facciones bastante similares, con un mentón cuadrado y un porte bastante similar, a mí me recordaba un poco al típico héroe americano como Superman, aunque por el pelo se les diferencia bien. En general un buen dibujo.
Glenat/EDT editó este cómic en dos ediciones. La primera fue en tapa blanda, en un formato grande y con textos al final de los tomos. La verdad que esos textos no me han gustado mucho, sirven un poco para contextualizar el cómic con lo que es la política estadounidense, pero se me han hecho algo aburridos. Los tomos son de 400 páginas menos los dos últimos que son de 500 y 600 páginas. Por lo que tenemos 5 tomos que recopilan lo que serían unos 11 tomos normales. La segunda edición la lanzó la editorial cuando estaba ya en sus últimos momentos antes de la bancarrota e hizo lo que con otras muchas colecciones que no debieron vender mucho, las retapó con tapa dura y las puso de nuevo a la venta. De esta edición sólo llego a publicar los 3 primeros tomos.
Esta reflexión final quiero empezarla comentando que a mí la política es un tema que no me interesa demasiado, de hecho, las partes políticas de los cómics suelen ser las que menos me interesan. Pero tenía ganas de leer Eagle y ahora he tenido la oportunidad y, pese a que la temática no me llama para nada, me ha gustado bastante. La historia es entretenida, está contada de una manera muy amena y manteniendo la tensión en los diferentes arcos y cómo va aportando soluciones a los distintos problemas que tiene la población. También ayuda la trama de Takashi Jo, que es bastante interesante y se mantiene muy bien con la dualidad que hemos comentado antes de Yamaoka. En el tramo final se me empezó a hacer algo pesado, pero rápidamente giran hacia el cierre de la historia de Takashi y vuelve a coger ritmo y acaba bastante bien.
A día de hoy creo que es bastante difícil de conseguir, pero si le podéis echar un vistazo creo que es un seinen diferente y que está muy bien contado.
Lo mejor
– Tratar un tema como la política, que a priori puede no interesar, de una manera bastante amena y generando muchos momentos de tensión.
– La dualidad de Yamaoka está muy bien construida.
Lo peor
– Que el tema político te eche para atrás.
– El último arco de los sindicatos se me ha hecho pesado pese a ocupar 4 o 5 capítulos.
Valoración de CC.
– Bueno